lunes, 12 de enero de 2009

LXXVI
El hombre es, al nacer, blando y débil;
al morir, queda duro y rígido.
Las plantas y los árboles, al nacer, son tiernos y frágiles;
al morir, quedan secos y enjutos.
Por eso,
lo duro y rígido va camino de la muerte;
lo blando y débil va camino de la vida.
Así,
el arma rígida es destruida,
el árbol rígido se quiebra.
Lo duro y rígido es inferior;
lo tierno y débil es superior.

Dao de jing o Lao Zi


1 comentario:

irene dijo...

Palabras muy muy sabias sin duda....la verdadera fuerza está dentro de la moldeabilidad, la ternura, la apertura, la comprensión...
Deseo que el camino de la práctica nos regale esa docilidad que nos da la fuerza para vivir..